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jueves, 9 de enero de 2014

A LA MUJER

PENSAMIENTOS DE UN NUEVO AMANECER


A la Mujer.....





Y si hablamos de evolución psicológica
habría que hacer notables distinciones,
tendríamos que hablar del ser humano
desde el punto de vista del varón
y de la mujer.

Durante el largo recorrido de la Historia
el hombre siempre ha sido el macho dominante,
el que hacía resplandecer su ego
y operaba y mandaba sobre el resto
de todo lo existente.

La postura de la mujer siempre quedó anegada,
tapada, confundida;
el destino de su vida estaba condicionado
desde antes de su nacimiento.

Un profundo vacío labró el condicionamiento
que se ha ido intercalando en su subconsciente,
generación tras generación.
Un ser que en un principio tenía
unas tareas encomendadas de antemano,
unidas a la de engendrar hijos;
se transformó en la sombra del hombre,
sin poder abrir su mente,
siempre a expensas de recibir lo que estuviera
dispuesto a ofrecerle,
fuera de su agrado o no.

Ahora, dentro del devenir de la vida
y del proceso psicológico,
observo y percibo un profundo cambio en la mujer,
una evolución que la hace infinitamente grande.

El hombre continúa estancado y aferrado,
en su torre de marfil. A veces parece que
aún vive en tiempos prehistóricos,
mientras que la mujer empieza a despertar.

Ya no se conforma con los que la condicionan,
la mujer quiere más,
abre su mente y su corazón
porque quiere salir de esa sensación de vacío
a la que ha estado acostumbrada.                                                                                 

En el hombre encuentra poco
o nada, a no ser que se engañe
o se conforme con la mísera seguridad
de estar con él para no enfrentarse a la soledad.

Es cada vez más raro encontrar hombres
que hayan bajado de su pedestal
de dioses todopoderosos e infalibles.

Personalmente, encuentro más mujeres que hombres
con los que poder profundizar sobre temas
íntimos de nuestro ser.
Son más receptivas y sienten más curiosidad
por superarse como seres humanos.

Se preocupan más por saber quienes son
y lo que son,
por despertar su inteligencia y poder dar
un sentido real a la vida.

Ponen mucho más interés que los hombres
en formar relaciones honestas y humanas;
el hombre sigue pensando como macho
no como ser humano.

Por eso toda esta reflexión me hace
sentirme feliz,
al menos hay una parte de la humanidad
que parece que quiere despertar del letargo
en el que está inmersa.

Os agradezco, mujeres, toda la enseñanza
que me brindáis,
toda la belleza que me ofrecéis,
y el inmenso corazón que os caracteriza
y que tanto amor reparte a este
mundo, aunque algunos no le encuentren sentido.

Sólo es cuestión de hacer nacer ese deseo
de querer ser libres y felices.




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