PENSAMIENTOS DE UN NUEVO AMANECER
Sobre la Libertad y la Felicidad
S
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iempre andamos buscando Libertad y Felicidad
como si de meras palabras se trataran,
como si fueran cosas o conceptos que tienen
que estar
asociados a algo externo.
¿ Es que para ser libre hay que buscar fuera
y
pensar en el mundo material ?
¿ O para ser feliz hay que poseer muchos
bienes o riquezas
y
luego estar vacío por dentro ?
Primero, debe existir una comprensión de la
vida
que queremos tener y entender si realmente
estamos conscientes
de lo que somos.
¿ Acaso nos conocemos a fondo, sin engañarnos
?
Entonces cómo buscamos ser libres y felices
fuera de nosotros
si internamente estamos atados, oprimidos y
frustrados.
Eso no es Libertad y mucho menos Felicidad.
Para ser libre hay que sentirse como una
paloma.
Para ser libre hay que fluir como el agua de
un río.
Para ser libre el corazón y la mente deben
estar
siempre abiertos como las flores en
primavera.
Para ser libre hay que ser natural como la
vida misma.
¿ Acaso tú te sientes así,
o
estás aprisionado por las emociones, las sensaciones o
tu
falsa percepción de la realidad y tan sólo pones barrotes
en tu
vida, que te impiden ver y vivir ?
Si vives así ni eres libre
ni mucho menos te puedes sentir feliz.
La Felicidad es lo mismo que la Libertad.
Tampoco puedes aferrarte a la continua
Felicidad,
pues no existe nada que sea constante ni
permanente.
Pero si en tu corazón realmente te sientes
feliz,
ocurra lo que ocurra, sea agradable o
desagradable,
o incluso estés triste,
todo eso será parte de lo externo
de lo que se ve desde afuera.
Si tu sentimiento es puro y cristalino
interiormente seguirás siendo feliz,
te
sentirás vivo y con más ganas aún de existir.
En nuestro propio conocimiento interno
y en ir desechando todas nuestras asperezas y
condicionamiento
es donde hayamos la Libertad y la Felicidad.
Ya no estamos dominados por nada
ni necesitamos buscar nada.
¿ Para qué vamos a ir en busca de algo
que
yace en el fondo de nuestros corazones
desde
el primer instante que venimos a la vida ?
Sólo tienes que mirar muy en el fondo de tu ser
para poder llegar a tan dulce morada.
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