DE LA AMISTAD Y EL AMOR

PENSAMIENTOS DE UN NUEVO AMANECER

De la Amistad y el Amor

L

a amistad es otra forma de amar.

¿Porqué entonces hemos de hacer diferencias en el amor

y poner barreras dentro de cualquier relación humana?

¿ Acaso el amor no es un compendio de virtudes

  que abarca todo lo existente?

La amistad es una relación en la cual existe una entrega

sin esperar nada a cambio.

No sólo estamos tratando de comunicarnos, de conocernos,

sino que hay algo más.

¿ Qué es ese algo más?.

En la amistad los sentimientos están a flor de piel

y las sensaciones que se perciben se trasmiten en energía.

Si miramos la amistad desde el ego,

esa amistad será falsa, no es verdadera;

el pensamiento está condicionado

y los sentimientos también,

buscamos hallar algo y esperamos algo.

¿ No estáis cansados de oír la frase

 “ yo tengo los amigos con los dedos contados” ?

Pero si vais más a fondo, eso ocurre con el transcurso

de los años y mientras nos vamos haciendo más mayores,

cuando acumulamos demasiados condicionantes en nuestro interior,

antes de comenzar una relación.

Fijaos cuando éramos niños

como no hacíamos este tipo de distinciones,

cuando aún se estaba formando el ego

y no nos ponía esas trabas;

entonces teníamos un montón de amigos

y no importaba quién era ni lo que era,

sencillamente se entablaba una relación natural

y nada más.

Tampoco tratabas de poseerlo o de retenerlo,

podías tan sólo jugar con él un rato,

sin embargo, qué sensaciones tan agradables

te hacían llamarle amigo.

Era simplemente relacionarse, confluir sin

permitir  dejarse llevar por las emociones.

Podías regañar, enfadarte con él

o incluso pelear,

pero en el fondo seguía siendo tu mejor amigo.                                                              

El volver a nuestros primeros orígenes

es un claro ejemplo que deberíamos tomar los mayores,

cada vez el ser humano se ve más solo

y no sabe cómo afrontar esa soledad.

Antepone sus emociones a la hora de relacionarse,

a la hora de ofrecer esa intimidad

como amor puro y fraternal.

La amistad verdadera condiciona una fusión

de las mentes con profundo respeto,

tú puedes ser lo que quieras ser, es tu elección,

nadie es perfecto y cada cuál crea su vida;

pero la amistad es un entregar sin esperar recibir,

solamente es fluir con esa relación humana

como ocurre con el amor.

En la amistad al igual que ocurre con el amor

primero hay que sembrar y poner unas semillas,

luego hay que estar pendiente de cómo crecen y ofrecerles

todo tipo de cuidados: estar atentos con ella y no descuidarla,

alertas, pendientes de su libre crecimiento,

fundiéndonos con ella,

porque, si con el paso del tiempo dejamos de trasmitir

la energía necesaria para que siga creciendo,

se terminará, en un principio, enturbiando,

y, en un final, se acabará muriendo.