ATENCIÓN O CONSCIENCIA

PENSAMIENTOS DE UN NUEVO AMANECER

ATENCIÓN O CONSCIENCIA

    

H

ace ya tiempo, cuando empecé a andar

en el camino del aprendizaje,

recuerdo que en un libro leí una cita

que se me quedó grabada en mi corazón.

Esa cita decía más o menos que un señor fue un día

a ver a un gran maestro a pedirle unas palabras de Sabiduría,

y  éste tan sólo le contestó: " ATENCIÓN ".

El otro quedó extrañado, perplejo,

y le volvió a insistir en que debería existir algo más.

El sabio le volvió a responder: " ATENCIÓN ".

Tales palabras también a mi me dejaron extrañado y reflexivo,

¡Atención!, ¿cómo podría contener eso tanta sabiduría?,

¿dónde estaría el contenido y su significado?

No lo comprendía,

aunque en realidad tal palabra me mostró una ventana dentro de mí mismo.

Transcurrieron los años, las nuevas experiencias

y el fluir de la vida continuó con su tarea.

Poco a poco fui comprendiendo y experimentando introspectivamente,

el cambio que operaba en mi ser tan sencilla palabra.

Era la llave que me abría la puerta a la vía

de la comprensión del sufrimiento, de su camino

y de su aniquilación.

Ya no es sólo una palabra, en realidad se convierte en otra

que la podríamos llamar “ Vida ”.

Es una parte intrínseca en cada ser humano,

que forma parte íntima de su naturaleza más omnipresente.

Es el oxígeno que mantiene tus pulmones,

el alimento que necesitas,

el sentido real de la existencia que nos toca vivir.

La mejor carrera a la que podemos dedicar nuestro aprendizaje,

la mejor materia a la que dirigir todos nuestros sentidos.

El despertar de la consciencia y de la atención

nos hace sentirnos más vivos, más humanos,

más libres; nos permite estar en contacto permanente

con todo lo que acontece a nuestro alrededor.

Así, todo deja de ser sufrimiento para convertirse en aprendizaje,

un aprendizaje que nos dura toda la vida

y que llena nuestro corazón de sabiduría y amor